Los radicales libres son moléculas que se producen en nuestro organismo, que atacan el colágeno y la elastina.
Esto genera una pérdida de elasticidad y firmeza, lo que conlleva a la aparición de arrugas, líneas de expresión y pérdida de la luminosidad, es decir el envejecimiento de la piel.
¿Cuál es el origen de los radicales libres?
Aunque los radicales libres son una consecuencia natural de los procesos que tienen lugar en nuestros cuerpos, hay una serie de factores externos que desencadenan y aumentan la producción de estos.
Los radicales libres pueden ser producidos por dos factores:
- Factores endógenos: Internos ya que ocurren dentro de nuestro organismo. Estos pueden ser el estrés o la deshidratación celular.
- Factores exógenos: Externos ya que son determinados por la interacción con el entorno. Como la radiación solar (el más común) o la contaminación atmosférica.
¿Cómo evitar los radicales libres?
Existen mecanismos que ayudan a neutralizar los radicales libres, estos son los antioxidantes. Los antioxidantes son moléculas capaces de neutralizar los radicales libres, previniendo y retardando su oxidación, y así proteger la piel de su acción dañina.
Encontramos antioxidantes en vitaminas tales como la Vitamina C y Vitamina E.
Un buen cuidado de la piel también reduce los daños causados por los radicales libres
La limpieza regular, la protección solar, la hidratación y el uso de ingredientes para el cuidado de la piel con antioxidantes potentes y probados como la Vitamina C y Vitamina E es muy importante, además de una apropiada protección solar, ya que así ayudarán a mantener la piel con un aspecto más joven durante más tiempo.
Recuerda que cuanto antes empieces a cuidar la piel, más fácil te resultará evitar el envejecimiento prematuro de la piel.
